Narración de un personaje - Valentin History - Part I

sábado, 14 de junio de 2008

Muchas historias se han tramado, o tratan de tramar, con la intención de hundirlo lo mas fuerte posible en sus aspiraciones. Aunque ha ganado algunos enemigos (eso creo), la cantidad de amigos que con el que cuenta es muy superior, pero algunos lo aprecian por algunas cosas materiales que el posee, y otros por ser tal como es. Aunque esa cantidad sin importar sus verdaderas intenciones, la cifra en sí, significaría mucho dependiendo de las acciones que tome cada amistad, ya que cada amistad poses conocimientos diferentes que juntos todos y todas podrían crear una gran parafernalia de ideas.

Sus manos sudorosas demuestran que ciertamente esta muy nervioso, pensé que había dejado aquel mal habito (creo que me equivoque), las ganas hoy se le han ido, temblorosamente habla, las ideas se le nublaron, el mirar es diferente ¿que pasa, Valentín? Pensé que te dirigirías a decirle ciertas cosas, para poder escuchar su voz, pero, creo que hoy, no pasa nada contigo. A pesar que las ilusiones se desvanezcan pensad positivo, capaz no puedas comprender, pero, siempre hay una luz al final del camino (según los cristhianos).

Los senderos se van haciendo cada vez más silenciosos, el dinero de la paga del mes pesaban en su bolsillo. Debía llegar temprano al paradero, sabía que a estas horas podían suceder muchas cosas, las cuales podrían poner en peligro la integridad de nuestro digno personaje. Faltaban 10 cuadras las cuales eran anchas y húmedas por la cercanía al mar, y sus manos empezaron temblar. Gorros y capuchas salían de la densa neblina costera, grandes y anchas zapatillas sin mordaza. Uno, dos, tres, cuatro,…aparecían de entre la neblina poco a poco con su lento caminar, sus miradas trasnochadas hacían hervir de emoción a Valentín, que sin miedo ya, embriagado de locura, caminaba hacia la perdición. ¿Quién estaba más desencajado?

Había desaparecido por completo la dineral molestia, en posición de ataque los espero, tres metros, dos metros, un metro, las manos en su lugar, listo, la adrenalina causaba estragos, la bilirrubina hacia lo suyo. Un metro, dos metros, tres metros, detrás de él, y la inmutación era perceptible, y la payasada también

La modesta casa que le había dado cobijo a él y a su pequeña familia había sufrido notorios cambios. Las puertas no eran las mismas, las paredes casi cada año de un color diferente (la monotonía lo encolerizaba) y habían levantado un tercer piso, ayudando Valentín en su construcción y posterior invasión. De niño, la adrenalina hacia estragos en él, cada cosa que el tocaba lo descomponía (mismo Atila). Sus cabellos evolucionaban de un lacio completo hacia un cactus humano ¿Qué pasaba?, otros le echaban la culpa al desarrollo, pero el sabia que el porque, era el corte militar que sus padres le hacia confeccionarse todos los fines de mes. ¿Cómo no iba a poner como un ichu aquella pequeña cabeza si el corte era tan corto? Pues sus padres no se percataban de sus errores, inteligentemente e impotentemente el sí. ¿Como poderse imponer a los designios de Dios? ¿Revolución? El peluquero no tenia la culpa. Señor (el padre de familia, no Dios), perdónalo por que no sabe lo que me hacen. Pues creo que no sabían el mal que hacían en mi, la mordaza mental hacia que anidara un odio profundo, que algún tendría que salir, algún día.

El Dios que ellos impusieron era bondadoso y castigador a la vez, un ser perfecto no podría crear tales seres imperfectos como nosotros, pura evolución, pues, será. Ahora hace unos años atrás había descubierto que le llamaban también a esa religión, Iglesia Apostólica Romana (creo que algo así era), se bautizo, participo en la primera comunión, y hasta se confirmo. Pero el mundo da vueltas, ahora solo cree en si mismo, en la ciencia, en la humanidad, nada de utopías creadas por nómades prehistóricos. La mente evoluciona, las ideas, y así pareciera que sucediera con él, poco a poco, paso a paso, se va configurando el ideal.

Para la publicidad respectiva, para una vanidad reprimida, pidió que su amiga experimentara con él, que practicara. Gestos, poses, se sentía incomodo con esta, con esta bien, no sabia cual elegir. Si aquí era mejor, aquí no. Hasta que se pusieron de acuerdo. Todavía recuerdo aquel cuadro. Los ojos fijos, la mitad del cuerpo, mirando a un costado, aquellos ojos peculiares que algunos confundían con algo oriental (más bien parecía un anime) En estado inmóvil (lógico), con una camisa de color roja, y de fondo una pared pintada al pastel. Los colores contrastaban. Terminado luego de 3 horas, pudo divisar en aquel cuadro dibujado y pintado a color real (lo más posible natural) noto más aun sus rasgos, aquellos rasgos de los que el se enorgullecía, recordó aquel cuadro de Cahuide que vio en el colegio, pegado en una pared solitaria, al Inca Garcilaso, miro sus ojos de otra perspectiva, sus labio, su oreja (solo aparecía una, porque estaba casi de perfil) ella, había comprendido bien lo que él deseaba que se plasmara en el cuadro. Estuvo sensacional. Los tres.

Sábado, día sagrado. Dejaba los polos. Las camisas cobraban vida, una vestimenta más formal. Una miradita en el espejo por 5 minutos no esta de más y unos pasitos desequilibrantes, los cuales había aprendido solo observando en aquella película cubana co-producida por norteamericanos que le había prestado uno de los muchos amigos que él tenía. Oh sábado, el celular no dejaba de sonar a cada instante, el vibrador hacia que el celular tuviera vida dentro del bolsillo del pantalón. El hands-free, la salvación, una momentánea. Pues los mensajes se libran de ello. Las manadas de estudiantes invaden las discotecas ávidas de licor y música, cualquier cosa era buena celebrar, hasta la victoria de Evo en las elecciones fue un motivo más. Felizmente.

Ahora las horas exprimen cada neurona funcional de su casi nuevo cerebro. Los trabajos merman su tiempo. Trabajos aquí, trabajo allá, en que se refugiara (eso quisiera averiguar) para no estar loco. Aunque loco no seria el termino exacto a emplear, porque se daría entender que Valentín es un vago y que evade responsabilidades. Todo lo contrario pasa con él. Con el transcurrir del tiempo, se hizo muy conocido en el salón. Primero comenzó como delegado de uno de los 10 cursos que llevo. Avanzando poco a poco llego a ser Delegado de Aula y luego cuando su popularidad alcanzo todas las esferas de las de más escuelas de la facultad, postulo por una lista que no recuerdo al Consejo de Facultad. Son solo pequeños pasos de gigante siniestro (diestro de nacimiento, izquierda políticamente hablando) No se preocupen, hay mucho más que hablar que él. Solo cierren sus ojos y lo verán

Lima, 2006.

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